La estampación textil en España: Ana Santonja Querol

Por Ómnibus

La estampación textil en España es paralela a la industrialización del país. Las primeras máquinas industriales llegaron desde Lyon a finales del siglo XVIII. Estas máquinas fueron mejoradas por los subsiguientes avances tecnológicos, pero nunca dejaron de responder al mismo sistema: una serie de rodillos cilíndricos de metal con dibujos grabados en ellos, bajo los que se desliza un tejido que queda estampado por las sucesivas imprimaciones de color. Debido a la complicación que supone el que los rodillos sean bastante costosos y cada rodillo pueda estampar sólo un color, desde la Primera Revolución Industrial, e incluso antes, ha existido el oficio de diseñador de estampación. Esta profesión ha perdurado en el tiempo y hoy vamos a hablar con una de las pocas artistas que se dedican a ella en España.

Ana Santoja Querol tiene 28 años y reside en Madrid donde está ubicada su empresa Círculo textil cuya página web se puede visitar en este sitio: www.circulotextil.com

Ómnibus: ¿Cómo has llegado a ser diseñadora de algo tan especializado como la estampación textil?
Ana Santoja: En realidad todo comenzó cuando empecé mi formación como diseñadora de moda. A los pocos meses me dijeron que tenía que montar una colección y me dieron un libro muy gordo donde encontré muchos tejidos con estampados diferentes. Se suponía que yo tenía que sacar de allí los tejidos para mi colección. Después de una ojeada me di cuenta de que no había ninguno que me gustase y se lo comenté a mi profesora que me dijo que eso era lo que había para esta temporada, y me tenía que ceñir a ello. Por supuesto mi primera conclusión fue que tal vez la "creatividad" del diseñador de moda se veía un poco coartada por esta obligación. Fue entonces cuando descubrí el mundo del diseño de estampación. Lo bonito de mi profesión es que nosotros somos los primeros que decidimos "qué se va a llevar" y lo hacemos teniendo en cuenta una gran variedad de factores. Sin embargo, siempre he sido consciente de que el hecho de que los diseñadores de moda se tengan que ceñir a los estampados de cada temporada supone para ellos una disminución de libertad. Por eso también he luchado desde el principio de mi carrera porque esta situación cambiase.

OM: ¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?
A.S.: Empecé a estudiar estampación textil en el año 1999. Estudié en Madrid, Londres y terminé la carrera en Barcelona en 2002. Por entonces ya estaba trabajando en una revista internacional de tendencias de estampación textil Texitura, en la que publiqué durante cinco temporadas. En España somos tan pocos diseñadores de estampación que suele ser común recibir ofertas de trabajo antes de finalizar los estudios. Pero también había concebido un proyecto bastante ambicioso: mi tesis de final de carrera fue una investigación sobre las nuevas tecnologías aplicadas a la estampación. Tuve suerte porque justo por aquel entonces estaban comenzando a surgir unas máquinas que iban a cambiar el panorama de la estampación textil en el mundo: las estampadoras digitales. Con esta idea monté mi primera empresa.

OM: Sabemos que estudiaste Ciencias Políticas ... ¿cómo explicas el salto de un medio tan ajeno a arte, como puede ser la política, a algo tan creativo como la estampación textil?
A.S.: Mi primera finalidad cuando empecé a estudiar Ciencias Políticas era entender mejor cómo funciona el mundo, saber interpretar lo que pasa, y también lo que no pasa. Creo que este tipo de carreras nos brindan una formación que todos deberíamos tener y que, por lo tanto, sea lo que sea a lo que te dediques, éste es un conocimiento que nunca estorba. Curiosamente, además, el ser politóloga me ha abierto muchos caminos en el área del diseño textil, pues nuestro trabajo está muy ligado a la creación de tendencias y, para crear tendencias se necesita a personas que puedan dar un punto de vista mínimamente especializado sobre la situación mundial actual y su previsión a varios años vista.

OM: ¿De qué manera inciden las nuevas tecnologías en la estampación textil?
A.S.: Para la estampación tradicional cada color supone una inversión y por eso un estampado de, digamos, cuatro colores, es sólo rentable a partir de tres mil metros o más. Con estas nuevas máquinas ya es rentable estampar un solo metro con miles de colores. Esto abre puertas que habían estado cerradas desde siempre a los diseñadores tanto de moda como de hogar. En el año 2003 encontré una socia y trajimos a España la primera de estas máquinas. Nuestra empresa se instaló en Madrid. Madrid nunca ha sido un centro de producción textil como pueda ser Levante en España y eso, unido a que la maquinaria que adquirimos era realmente "primitiva", hizo que nuestra empresa cerrara. En el año 2005 me asocié a un grupo de empresarios del textil de Cataluña para adquirir una nueva máquina de mayor tecnología y seguir ofreciendo a los diseñadores de moda y de hogar la posibilidad de estampar sus propios diseños.

OM: ¿Y a qué se dedica concretamente tu empresa?
A.S.: A día de hoy esta empresa, Círculo Textil, funciona con clientes como Aldeasa, Sybilla, Locking Shocking, Kukuxumusu, Aurelia Gil, Agatha Ruiz de la Prada, Las Bailarinas, y muchos otros pequeños y medianos diseñadores. Ellos nos suelen traer sus diseños, aunque a veces también nos piden que les desarrollemos diseños exclusivos, y nosotros los procesamos y estampamos desde un metro hasta miles de ellos. Además la empresa ha creado un grupo de diseñadores de estampación que tendrá presencia en varias ferias de carácter internacional para fomentar la presencia del diseño digital en el panorama textil. Por último la empresa hace pequeñas producciones de prendas terminadas (desde bolsos de piel hasta manteles) con estampados exclusivos de nuestros clientes. Nuestros estampados son fáciles de distinguir de los tradicionales porque su calidad es claramente mejor, suelen tener innumerables colores y las prendas terminadas tienen lo que llamamos estampados all-over es decir, están estampadas en su totalidad.

OM: Cómo ves la evolución del sector textil en España?
A.S.: Ahora mismo los textileros españoles son por lo general bastante pesimistas. La realidad es que el proceso de globalización económica ha afectado a los eslabones medios de la producción textil de los países occidentales. La pauta a día de hoy es que las grandes empresas tengan sus gabinetes de diseño y sus puntos de venta en España, pero la fabricación, desde el tejido del material hasta su confección en prenda, pasando por su estampación y procesos de acabado, se encuentre en países como India, o China. Sin embargo existen, en el otro extremo del espectro, cada vez más diseñadores de moda que se dedican a producir pocas prendas de una enorme calidad. Estos suelen fabricar en España. En el caso de mi empresa nuestros clientes pueden ser tanto pequeños diseñadores como grandes empresas que necesiten una producción rápida o realizar sus prendas de muestrario in situ. También tenemos clientes de otros sectores como la publicidad, la decoración, o simplemente personas que necesitan un estampado concreto en un momento determinado.

OM: Por lo tanto, parece que el diseño de estampación puede ser una profesión de futuro, ¿no?
A.S.: Sin duda está claro que en este momento hay un déficit de diseñadores de estampación y muchas empresas incluso contratan a diseñadores gráficos o de moda para suplirlos. En este momento estoy desarrollando una nueva carrera para el Instituto Europeo di Design en Madrid que se centrará en el diseño de estampación y superficies (intentaremos formar no solo a diseñadores de estampación sino a diseñadores de superficies como platos, cerámica, divisiones espaciales de todo tipo, etc.). También se que las escuelas de estampación están viviendo un nuevo resurgir. Por ejemplo, en la escuela Llotja de Barcelona, fuimos dos diseñadoras las que conseguimos el título en el año 2002. Este año han sido 16.

Algunos diseños de Ana Santonja

(haz click para ver las imágenes ampliadas)

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