ART MADRID 23

Nicolás Lisardo

Las Palmas de Gran Canaria, 1978

Galería Manuel Ojeda

ART MADRID 2023

Cuestionario Art Madrid 2023


 

1. LIBRES PARA EMPEZAR

 ¿Podrías comentar esa relación entre tu obra y tu pensamiento, así, para comenzar?

 

Al plantear dicha obras, lo que pretendo en el fondo es deconstruir mi propia experiencia, para poder entender cuáles han podido ser los errores, que me han conducido en el pasado prácticamente a ese abismo donde parece estar contenido el tiempo. Al mismo tiempo, buscaba respuesta al alcance y profundidad de la psique humana. Lo que realmente ansiaba encontrar con esta introspección, era  ese espacio vacío ilimitado donde puede contenerse todo el conocimiento. Ese lugar, aún no había sido profanado. Ese espacio sin límite a su vez se encontraba en un sótano oscuro  al igual que el Aleph de Borges. En aquel pequeño reducto de oscuridad donde lo siniestro o lo ominoso (Unheimliche) Freudiano, parecen tener sentido; la nada parecía haberlo cubierto todo de un aparente misterio. En ese lugar realmente se encontraba mi espiritualidad.

Pasando al plano existencial el abandono que describen dichas obras, podrían simbolizar también que para asumir esta condición he debido asimilar un sinfín de derrotas. He llegado a comprender la necesaria asunción del fracaso, que en mi caso particular es fruto de mi propia relación incestuosa con la sociedad.  Por lo tanto esos edificios desmaquillados por la acción erosiva del tiempo, lo que escenifican es una crítica voraz a ese maelstrom laberíntico que conforma la materialidad en la que damos forma a nuestra experiencia. 

 

 

2. VER E IMAGINAR

Te quería preguntar sobre la relación que hay en tus creaciones entre lo que contemplas y el imaginario, lo inconsciente.

 

Hay que afirmar que todo en la naturaleza nace de una pulsión destructiva. Por esta razón debía entender primero, el grado de alienación y subyugación en el que estamos inmersos. Para poder proponerme este cambio, he tenido que dejar atrás todos esos miedos e  incertidumbres que tanto angustiaban a mi espíritu, para poder recuperar de forma utópica  el terreno de la recreación personal  que había quedado atrás en mi infancia. Consideré entonces oportuno, que si quería volver al campo de la idealización, de plena dominación de mi imaginario debería retornar al origen, a esa situación donde la doctrina y el aprendizaje aún no me habían corrompido. Lo que realmente estaba haciendo era recuperar mi libertad como individuo en esta sociedad.  Gracias a esta labor llegué a entender, que lo que debía criticar, era realmente lo que me había incapacitado. Lo que intentaba encontrar realmente hace décadas  era mi propia originalidad, que la sociedad y su acción desmedida habían atrapado en mi inconsciente, bajo capas y capas de impurezas a modo de un palimpsesto.

En realidad llegué a pensar en ese momento primordial, que había descubierto la forma de acceder a la inmortalidad y el arte desde esta perspectiva puede convertirse una manera de vivir insólita. El arte de la revelación deja de ser de esta forma, un vestigio de su propia ruina como afirmase Nancy, para convertirse en la sublimación  del ideal más puro de belleza aunque esto comporte evidenciar lo que más nos atormenta. Hay que buscar en el tormento la llave al propio reconocimiento, ya que el espejo sólo refleja lo que quiere ver la sociedad.

 

 

 

3. UNA LUZ DE GRISALLA. LA ARQUITECTURA Y EL TIEMPO, SÍMBOLOS DEL CUERPO

 

Al igual que la grisalla es una técnica que pretende una uniformidad en la composición. La degradación, el aparente olvido y el profundo silencio que envuelve a mis obras dan aún  más sentido a esa  tonalidad metafísica que pretendo para ellas.  En realidad sin saberlo había dado continuidad a los efectos que pretendieron en el pasado artista canarios a los que considero pilares fundamentales en mi concepción del arte.

Hablo de Néstor y Manolo  Millares. En el caso de Néstor utilizaba barnices para envejecer sus obras y así adquiriesen un argot clásico, que atestiguara el paso del tiempo  y que además daba sentido a su adhesión al movimiento simbolista y al hermetismo iluminista.  Millares en cambio entiendo que  su acción destructiva lo que intenta es desposeer al cuadro del tiempo para conseguir ese efecto de total desubicación y extrañeza que has comentado en tus reflexiones.

 

Retornado al fondo del cuestionamiento al cuerpo como símbolo de la decadencia. En mi caso particular podría representar las limitaciones que debe sufrir el viviente, por haber sido condenado a estar recluido en un cuerpo el tiempo  que se le haya asignado en vida. Estas representaciones son inexorablemente el residuo de una sociedad post apocalíptica (aunque no lo crean la apocalipsis ya se ha consumado Nostradamus y San Juan Bautista por que no se trata de la consumación del momento fatal sino la semilla que durante décadas se ha incubado en la sociedad), que sólo puedo llegar a entender de forma crítica desde las limitaciones que establece nuestra propia corporeidad. La sociedad al igual que el cuerpo es un espacio de reclusión donde se haya contenida la energía de un número ilimitado de personas.  Por tanto el cuerpo, al igual que el espacio de reclusión donde establecemos nuestras relaciones de poder escenificaría una carga para el alma, ya que este está predestinado a padecer, a perecer y a fracasar en su empeño por aferrarse a la vida. En cambio el viviente encarna la infinitud del tiempo y la inmortalidad del pensamiento. Lo que entiendo es que al igual que el cuerpo, la sociedad escenifica este abandono que testimonian esos edificios. Esto avoca nuestra mirada y a la propia sociedad a un destino trágico, incierto porque en el fondo  esta recreaciones a escala  de nuestros miedos son la más absoluta y perversa abominación.

 

 

4. EL ESTUDIO. LAS MANOS… LA LENTITUD… 

La lentitud, podría ser el título de esta pregunta, que refiere el elogio del trabajo manual entre el vértigo vano de nuestro tiempo.

 

El tiempo carece de medida cuando estas enfrascado en la recreación y representación de tu propia voluntad. Por tanto el tiempo será el que justifique la objetivación y consumación de las ideas, tanto en el plano performativo, como en el desarrollo formal de dichas obras.  En realidad en el fondo, lo que busco con esta interacción entre Eidos y forme  (Arete ) es un golpe de  efecto que está más allá de las sensaciones que puedes experimentar con la simple contemplación. En realidad el fin último de toda esta estrategia creativa es dar sentido a mis propias formulaciones teóricas, que son producto de un profundo análisis interno y la constatación de mis investigaciones en diversos campos del conocimiento. Lo que pretendo como objetivo a medio plazo es definir a partir de dichas formas lo que ya he plasmado de forma escrita en un ensayo que pretendo publicar, que he titulado neodramatismo y con el cual quiero dar nombre a mi propio estilo. 

 

 

5. PINTAR, MIRAR EL MUNDO 

Qué piensas ha podido suceder en nuestra cultura para que, en el esplendor del progreso, el ser humano (y su entorno) se haya roto (este último término es de Millares, otro constructor-destructor).

 

Me viene a la mente una cita que considero fundamental de Walter Benjamin “La catástrofe es que todo siga igual”

 

La principal causa que puedo albergar es nuestra desconexión con el mundo escénico. Vivimos dentro de una caja negra, donde se superponen sucesivas cajas que sólo pueden alentar la destrucción del ser del conocimiento. La sociedad esa máquina de despiece, esa fábrica de muerte y desolación decadente en la que cohabitamos con total condescendencia ha apartado al ser del camino de la  idealización, de su verdadera esencia humanística y su único propósito es degradar a la humanidad a la contemplación hedonista de su propio ocaso.

 

Estas limitaciones fundamentan dicha espacialidad como símbolo circunstancial de esa verdadera decadencia. Por esa razón para emular ese estado de la consciencia que porto en mi interioridad reduzco la escala de la perversión de su objetivación funcional a la miniatura, para relegar su imperativo a esa mínima esencia, para que finalmente el individuo vaya entendiendo que debe buscar alternativas. Con esta acción, lo que pretendo en el fondo, es la objetivación de la voluntad no la reedición de la mera representación para que esos objetos puedan identificarse con esa presencia negativa, que prácticamente hace agonizar a la sociedad sino con los límites que establece el cuerpo. En el fondo de la cuestión o como conclusión lo que pretendo realmente con mis obras es que el espectador reflexione sobre la concepción aberrante de la misma sociedad y su materialismo, para producir paulatinamente un  acercamiento a esa concepción ideal del espacio utópico donde debería converger finalmente la humanidad. 

 

Agradecimientos

Por último quiero agradecer al comisario Alfonso de la Torre, a los responsables de Art Madrid Alberto Cornejo y en especial a Yudinela Ortega, que me hayan brindado la oportunidad de poder expresar mis reflexiones e inquietudes en este ciclo de conversaciones infinitas. Es muy difícil entender lo que parece un relato desgarrador en una sociedad tan sensibilizada en apariencia pero que en el fondo es  tan cruel e indiferente. Pero es aún más incierto para las personas que tenemos algo que decir el aislamiento, aunque tu mente resida en el ideal más puro de belleza más allá del velo en el Ápeiron.

Nicolás Lisardo

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